Lo más importante es tener una visión. Luego hay que empuñarla y retenerla en la memoria. No hay ninguna diferencia, si se está escribiendo el guión del filme, o el plan de producción, o pensando en la solución de un detalle particular.

Se debe ver y sentir lo que se está pensando. Se debe ver y empuñar. Se debe reservar y fijar en la memoria y los sentidos. Y finalmente se debe realizar inmediatamente.

Serguei Einsenstein

“Notas desde la mesa de trabajo de un director.”

(Durante la filmación de” Iván el Terrible”)

domingo, 16 de septiembre de 2012

Trabajo Práctico N°4


Realización y producción de un plano secuencia. (GRUPAL)
Entrega 28 de septiembre.
A elección del Grupo de Creación, seleccionar una escena o un momento del guión en proceso solucionándolo narrativamente con la producción y realización de un PLANO SECUENCIA.
·      Duración: Entre 3 y 6 minutos.
·      Formato de entrega:
                     Soporte: DVD
                     Extensión: .VOB (Ejecutables en reproductores de DVD)
                     Relación de aspecto: 4:3 ó 16:9
(IMPORTANTE: No se aceptarán entregas de DVD con diferente extensión o unidades de memoria portátiles.)
Previo a la entrega del trabajo se dará a los alumnos que lo soliciten toda la información necesaria para poder cumplir con el formato de entrega.
Objetivos:
·         Utilizar las herramientas narrativas del plano secuencia para cargar de sentido la escena elegida.
·         Explorar las relaciones espacio – tiempo.
·         Experimentar una primera experiencia de trabajo Grupal.
·         Comenzar a definir los roles. 

Ladri di biciclette, Vittorio De Sica (1948)

Cuadro Espacio-Tiempo


Apunte Espacio-Tiempo

Noël Burch, Praxis del cine (1970) 

CÓMO SE ARTICULA EL ESPACIO-TIEMPO.
(Resumen)

“Desde el punto de vista formal, un film es una sucesión de trozos de tiempo y trozos de espacio. El «découpage» es pues la resultante, la convergencia de un «découpage» del espacio (o más bien una sucesión de «découpages» del espacio) realizado en el momento del rodaje, y de un «découpage» del tiempo, previsto en parte en el rodaje y concluido en el montaje. Por esta noción dialéctica se puede definir (y por tanto, analizar) la factura misma de un film, su devenir esencial.”
“Cuando se llega a considerar el modo en que los dos «découpages» parciales (del espacio y del tiempo) se unen en el seno del «Découpage» único, se está en primer lugar inducido a inventariar los diferentes tipos de relaciones que pueden existir, por una parte, entre dos emplazamientos sucesivos («découpage» del espacio) y, por otra parte, entre dos duraciones sucesivas («découpage» del tiempo). Es una clasificación que podrá parecer un poco escolar, pero que nosotros sepamos nunca ha sido hecha... y, en nuestra opinión, abre importantes perspectivas.”

“Abstracción hecha de diversas «puntuaciones» (encadenado, cortina) que no son sino variantes ocasionales del «corte» simple (por una razón que más adelante se verá, preferimos esta palabra a la de «raccord» para designar el cambio de plano), se pueden distinguir cinco tipos de relaciones posibles entre el tiempo de un plano «A» y el de otro plano, «B», que le sigue inmediatamente en el montaje”
“Pueden ser rigurosamente continuos. En un sentido, el ejemplo más claro de esta continuidad temporal es el paso del plano de un personaje que habla al plano de un personaje que le escucha, mientras la palabra se prosigue, ininterrumpida, en «off». Es lo que se produce en el «campo-contracampo».”
“A continuación, puede haber hiato entre las continuidades temporales que son nuestros dos planos. Es lo que se llama una elipsis.”.”La elipsis referida a este simple gesto está sujeta a un gran número de variaciones posibles, por el hecho de que la acción «real» puede durar cinco o seis segundos, de que la elipsis puede efectuarse sobre cualquier duración (de 1/24 de segundo hasta varios segundos), y de que puede situarse en cualquier fase de la acción. Asimismo, en el caso de continuidad temporal, el cambio de plano puede teóricamente intervenir en cualquier lugar. Un montador nos dirá que sólo hay un lugar «justo» para el raccord directo o para la elipsis. Lo que con ello quiere decir es que sólo hay un lugar en el que el cambio de plano no se «sentirá». Quizá. Pero si se busca una escritura menos «fluida», una estructuración más aparente, entonces toda una gama de posibilidades permanece abierta.”
“Por fin, puede haber retroceso. En nuestro ejemplo de la puerta, se podría mostrar, en el plano A, toda la acción hasta el momento en que el personaje ha atravesado el umbral, luego volver a tomar en el plano B el momento en que la puerta se abre, repitiendo la acción de una manera deliberadamente artificial. Es un pequeño retroceso, a menudo empleado por Eisenstein con los sorprendentes resultados que se sabe (cf. la secuencia del puente en Octubre) y por ciertos cineastas de vanguardia (ver tambiénLa piel suave El ángel exterminador). Pero conviene aquí precisar que este procedimiento, como la elipsis, por otra parte, es corrientemente empleado a muy pequeña escala (sólo algunas imágenes) para dar la apariencia de continuidad. Evidentemente este es el fin de cualquier elipsis «académica», pero nosotros hablamos aquí de una apariencia objetiva, no ya de un «trompe-l´spirit», sino de un «trompe–l´oeil». Pues, cuando  se trate efectivamente de hacer raccord entre dos planos mostrando a nuestro personaje que atraviesa su puerta, quizá estemos obligados por razones de percepción que sobrepasan el cuadro de este libro, a hacer una elipsis (o bien un «retroceso») de algunas fracciones de segundo a fin de que el movimiento filmado parezca más continuo que si el plano B hubiera proseguido literalmente la acción donde la había dejado el plano A.”

“Es evidente sin embargo, que el retroceso aparece casi siempre en forma de «flashback». Pues así como una elipsis puede cubrir muchos años, asimismo un retroceso puede hacernos remontar muchos años en lugar de algunos segundos. Este es nuestro quinto y último tipo de raccord en el tiempo, el retroceso indefinido, por aproximación con la elipsis indefinida y por oposición al «pequeño retroceso»mensurable (pues la amplitud del flashback es tan imposible de medir en sí misma como el «flash-forward»).¿Pero no hay, en esta no-mensurabilidad del flashback y del «flash-forward», otra verdad? ¿No son, a nivel orgánico del film, perfectamente idénticos? ¿No habrá en definitiva sólo cuatro tipos de relación temporal, el cuarto de los cuales sería este gran salto en el tiempo... en no se sabe qué dirección?”
“Existen, por otra parte, e independientemente por completo, tres tipos de relaciones posibles entre el espacio de un plano A y el de otro plano B. Estos tres tipos presentan analogías evidentes con los tipos temporales.”
“El primer tipo de relación espacial entre dos planos es, igualmente, de continuidad, con o sin continuidad temporal.””.”De manera general, todo cambio de eje o de tamaño (raccord en el eje) sobre un mismo sujeto en un mismo decorado (o lugar circunscrito) es un ejemplo de continuidad espacial entre dos planos. Esto es evidente. Parece deducirse de ello que sólo puede haber otro tipo de relación espacial entre dos planos: la discontinuidad espacial, es decir, todo lo que no corresponde al primer caso. Y sin embargo, esta discontinuidad admite dos subdivisiones que corresponden, bastante curiosamente, a las dos subdivisiones de la elipsis y el retroceso.
“Esta situación ha dado nacimiento a todo un vocabulario de orientación que subraya su autonomía frente a la tercera posibilidad, aquella, evidentemente, de la discontinuidad total y radical, en la que el plano B no puede situarse en el espacio por relación con el plano A.
Este vocabulario de orientación nos lleva a la otra palabra-clave que nos concernirá aquí: el raccord. Esta palabra se rodea de cierta confusión por el hecho de que se emplea corrientemente para designar el cambio de plano. Pero de hecho, «raccord» se refiere a cualquier elemento de continuidad entre dos o más planos. Puede existir a nivel de los objetos (en un plató, se oirá «estas gafas no está en raccord» lo que significa que el personaje no llevaba las mismas gafas o no llevaba ningunas en un plano que debe tener raccord con el que se rueda ahora); puede existir a nivel del espacio-tiempo (en nuestro ejemplo de la puerta, la velocidad debe «tener raccord» de un plano a otro, es decir ser la misma en apariencia). Para profundizar esta noción de raccord, se impone una breve evocación.

Cuando, entre 1905 y 1920, los directores empezaron a aproximar su cámara a los personajes, a descomponer en fragmentos el espacio del proscenio teatral que fue el del cine primitivo, se dieron cuenta de que si querían conservar la ilusión de un espacio teatral (espacio real, inmediata y constantemente comprensible) –pues tal fue el fin, y tal para muchos, sigue siéndolo—, si no querían que el espectador perdiese pie, perdiese este sentido de la orientación que conserva frente a la escena teatral (y, así lo cree, frente a las «escenas» de la vida), debían observarse ciertas reglas. Fue así como nacieron las nociones de raccord de dirección, de mirada y de posición.

Los dos primeros conciernen al caso en el que hay ruptura pero proximidad espacial entre dos planos. Se había notado que cuando el plano A y el plano B muestran separadamente dos personajes que se miran, es preciso que el personaje «A» mire hacia el borde derecho del encuadre y el personaje «B» hacia el borde izquierdo, o inversamente. Pues si, en dos planos sucesivos, los personajes miran ambos hacia el mismo borde del encuadre, la impresión inevitablemente producida será que no se miran, y el espectador sentirá que su aprehensión del espacio del decorado le escapa de pronto. Esta constatación por parte de los cineastas de la segunda generación contiene una verdad fundamental, pero sólo los rusos habían empezado, antes de la orden de paro del estalinismo, a entrever sus verdaderas consecuencias, a saber que todo está en el encuadre, que el único espacio en el cine es el de la pantalla, que es infinitamente manipulable a través de toda una serie de espacios reales posibles y que esta desorientación del espectador es uno de los útiles fundamentales del cineasta.
A medida que evolucionaban las técnicas de «découpage» estas reglas se afirmaron, los métodos que permitían respetarlas se perfeccionaron, y su finalidad se hizo cada vez más clara: se trataba de hace imperceptibles los cambios de plano con continuidad o proximidad espacial. Con la llegada del sonido, y la acentuación del malentendido según el que el cine sería un medio de expresión «realista», se llegó rápidamente a una especie de «grado cero de la escritura cinematográfica», al menos en lo que concierne al cambio de plano. Y las experiencias de los rusos, que habían entrevisto una concepción muy distinta del «découpage», fueron muy pronto consideradas como superadas o marginales. El «falso raccord» debía ser proscrito, por la misma razón que el raccord «poco claro», puesto que ponían en evidencia la naturaleza discontinua del cambio de plano, o la naturaleza ambigua del espacio cinematográfico (según esta óptica, los encabalgamientos de Octubre son «malos raccords», la planificación de La tierra es «oscura»). Pero queriendo negar así la naturaleza multivalente del cambio de plano, los cineastas llegaron a pasar de un plano a otro por razones estéticamente mal definidas, a menudo por razones de baja comodidad, hasta tal punto que algunos de los más rigurosos llegaron a fines de los años 40 a preguntarse si los cambios de plano eran verdaderamente necesarios, si no era preciso suprimirlos pura y simplemente, o al menos privilegiarlos radicalmente [Visconti (La terra trema), Hitchcock (Rope), Antonioni (Cronaca di un amore)].
Hoy es preciso revisar nuestras ideas sobre la función y la naturaleza del cambio de plano, del mismo modo que las concernientes a la naturaleza de la factura cinematográfica en su conjunto y sus relaciones con el relato. Se empieza a comprender que una organización razonada de los «cortes» (y de los raccords en sentido propio) se impone. En efecto, cada cambio de plano, lo hemos visto, se define por dos parámetros, uno temporal y otro espacial.”
“Hay, pues, de hecho, quince tipos fundamentales de cambios de plano, obtenidos por asociación, una a una, de las cinco posibilidades temporales con las tres posibilidades espaciales. Además, en el interior de cada una de estas asociaciones hay una variedad casi infinita, determinada por la amplitud de la elipsis o del «retroceso», pero sobre todo por ese parámetro que es verdaderamente variable hasta el infinito: los cambios de ángulo y de tamaño sobre un mismo tema (sin hablar de las variaciones del «ángulo de proximidad», menos fácilmente manejables pero de una importancia casi igual). Que no se nos haga decir lo que no decimos: que son los únicos elementos que juegan cuando hay cambio de plano. Pero los movimientos de cámara y de personajes, el contenido y la composición de las imágenes sucesivas sólo pueden servir para definir un raccord en particular, no para definir las funciones generales del raccord. En lo que concierne al contenido de la imagen, es ciertamente interesante saber que un primer plano de un hombre impávido yuxtapuesto a un primer plano de un plato de sopa crea la ilusión de que le hombre tiene hambre, pero esto es una función sintáctica que nos ayuda a analizar el raccord en tanto que significante. Ya que si el film es todavía hoy en gran medida comunicación imperfecta, se ve claramente ahora que puede ser objeto puro, convirtiéndose la función sintáctica, por simbiosis con la función plástica, en función poética.”

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Aspectos básicos de guión

El guión literario es un texto que contiene una historia que ha sido pensada para ser narrada en imágenes. El guionista especifica en él las acciones y diálogos de los personajes, acompañándolos con descripciones generales de los lugares en los que transcurre la acción y de acotaciones para los actores. La historia debe escribirse de manera que resulte visible, pero sin dar indicaciones técnicas para la realización de la película ni sobre el trabajo de cámara. 

Los guiones de cine se escriben siguiendo un formato específico que permite que el director, los actores y cualquier otra persona que intervenga en la producción puedan interpretar el texto fácilmente. 

Básicamente, en un guión la historia aparece desglosada en escenas. Cada escena consta de los siguientes elementos: 

Encabezado 

El encabezado da información sobre el lugar donde transcurre la acción y contiene la siguiente información:

1. Número de Escena (abreviatura ESC)

2. La abreviatura "INT." o "EXT", que indica si la acción transcurre en interiores (espacios cerrados) o exteriores (espacios abiertos). 

3. El lugar concreto en el que la escena transcurre (por ejemplo, "CASA JUAN"). 

4. La palabra "DÍA" o "NOCHE", o cualquier otra que se quiera usar para indicar la hora del día. 

Ejemplo:

ESC 3. INT. CASA JUAN. DÍA

ESC 5. EXT. PLAZA. NOCHE

Descripción de la acción 

En ella se muestra la acción, expresada en imágenes y sonidos. Debe estar redactada de forma concisa y con los verbos en presente. Pondremos en mayúsculas el nombre de los personajes (aunque sólo la primera vez que aparezca cada nombre) y las descripciones de los sonidos. 

Ejemplo: 

ESC 5. INT. DEPTO JIMENA. DÍA

ERNESTO está sentado enfrente de una mesa baja. Sobre la mesa hay una carpeta abierta con muchos papeles sellados. Ernesto mira a su alrededor. La máquina de escribir sobre el escritorio tiene una hoja puesta en posición. JIMENA entra en la habitación.

JIMENA
¿Querés tomar algo?


Diálogo 

Cada bloque de diálogo debe ir precedido por el nombre del personaje que habla (en mayúsculas). Las palabras pronunciadas por un personaje las escribiremos en un único párrafo. 

Ejemplo: 

La máquina de escribir sobre el escritorio tiene una hoja puesta en posición. JIMENA entra en la habitación.

JIMENA
¿Querés tomar algo?

ERNESTO
Si, gracias. Un té

El guión debe estar escrito empleando una tipografía Courier (o New Courier) de 12 puntos (la empleada en las máquinas de escribir). El texto debe ir alineado a la izquierda (no centrado ni justificado, aunque se dejará un margen adicional, a ambos lados, al escribir los diálogos). 

Se estima que en un guión correctamente formateado (y redactado) cada página corresponde a un minuto de imagen en la pantalla. 

Adaptado de la fuente: www.tallerdeescritores.com

Ejemplo de guión:

Fragmentos sobre Guión


Cinco criterios según Metz  para el reconocimiento de un relato:

 1.1.        Un relato tiene un inicio y un final. En tanto objeto material tiene una clausura (duración). El relato se opone al mundo real (es una organización de acontecimientos). Basado en el modelo de la Poética de Aristóteles (inicio, medio y final).

1.2.        El relato como doble secuencia temporal. Por un lado como una sucesión más o menos cronológica de los acontecimientos. Y por otro se considera el tiempo de lectura que el usuario recorre la secuencia de significantes. Tiempo de visión en el relato audiovisual = tiempo de lectura en el relato literario. El relato como texto puede tener descripciones que no son narraciones, es decir, que no satisface el criterio de doble temporalidad (ver diferencia entre narración y descripción).

1.3.        Toda narración es un discurso.

1.4.        La percepción del relato irrealiza la cosa narrada. El espectador no confunde el hecho real con el film porque no están los aquí y ahora. Lo que vemos en la pantalla es un acontecimiento que ya ocurrió.

1.5.          Relato conjunto de acontecimientos. El acontecimiento como unidad fundamental.

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 “(…) el guión es quizás el eslabón más impreciso de todos, o en todo caso, el más errático y deformable. Tiene limitaciones desde su inicio porque representa el punto de partida de una obra no concluida, un poco como una melodía a la que hay que añadirle la armonía, instrumentación, el ritmo, la atmósfera….”
Miguel Machalski.- “El guión cinematográfico: un viaje azaroso”.

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 “… Escribir es intentar saber qué escribiéramos si escribiésemos – sólo lo sabemos después – antes, es la cuestión más peligrosa que podamos plantearnos. Pero también es la más habitual…”
Marguerite Duras.- Escribir

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“… El guión no es un arte ni una técnica, sino un misterio…”
Jean- Luc Godard


domingo, 9 de septiembre de 2012

Trabajo Práctico N°3:


Escritura de 1º versión del guión.
Entrega 14 de setiembre.
Guión Literario desarrollado a partir de la idea seleccionada y la sinopsis presentada.
·         Presentación: por escrito, impreso, con identificación del grupo y sus       integrantes.
·         Definición de los roles. Cada integrante asumirá un rol para las diferentes etapas de realización y producción.
Objetivos:
·      Formalizar una primera aproximación al desarrollo audiovisual del Proyecto.
·       Desarrollar la historia, el conflicto y los personajes.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Sed de Mal (1958) Orson Welles

Apunte: Sinopsis


Sinopsis

            El término sinopsis es de origen griego, y significa “lo que puede ser abarcado de un solo vistazo”. En la industria norteamericana  se llama así a la muy breve narración (poco más de diez líneas) de la intriga de un film. Hoy se la suele consultar  -aunque no en todos los casos- en la cubierta trasera de las cajas de vídeo. Resumen narrado en presente, debe cumplir con la sabia dosificación de información sobre lo que se cuenta la película, junto a su poder de seducción, de artilugio activador de deseo de verla. Suele ser el instrumento inicial con el que se tienta a los productores. En nuestro medio, como en Europa, se permite a la sinopsis una mayor extensión: dos o tres páginas suelen ser lo corriente. Aunque circulan por ahí algunas que no cuentan entre sus virtudes la del poder  de síntesis, vale recordar que en la sinopsis el poder de convocatoria es inversamente proporcional al tiempo que demanda su lectura. Y son textos que – es sabido- suelen dirigirse a sujetos no demasiado afectos al ocio literario. 
Russo,  Eduardo.- “Sinopsis” en “El diccionario del cine”, Ed. Paidós, Buenos Aires, 2003. Pág.233.      

Sinopsis, tratamiento

            La sinopsis, el tratamiento o la síntesis argumental suelen ser elementos indispensables en la presentación de un proyecto, incluso cuando ya existe un guión terminado, por lo que antes de leerlo, el productor muchas veces querrá tener una idea somera de qué se trata. La diferencia de terminología suele tener que ver más que nada con la extensión del texto, pero en realidad se podría simplificar empleando el término “sinopsis” y aclarando cuántas páginas conviene escribir en cada caso. Por lo general cuando se habla de tratamiento, se piensa en un texto más largo que al hablar de sinopsis o de síntesis argumental. Al exceder los 15 folios, se suele usar más el término “tratamiento”, pero esto no constituye una regla fija.
            En los casos en donde se trata de constituir un dossier para solicitar un subsidio o para presentar un proyecto a un concurso, la extensión de la sinopsis estará especificada en las consignas. Si es una solicitación de proyectos sin guión, es raro que la sinopsis sea inferior a los 6 7 folios, y suele ser más del orden de los 15 o 20 folios. Si acompaña al guión, muchas veces basta con una síntesis breve de unas2 páginas de extensión.
            Cuando se presenta el proyecto a un productor, no hay ningún tipo de norma. Pero intervienen dos factores obvios: la existencia o no de un guión, y la notoriedad del libretista. En ausencia del guión  y tratándose de un autor aún desconocido, la sinopsis tendrá que ser más extensa y detallada. Un autor de probada experiencia puede llegar a obtener un contrato sobre la base de una simple idea –algo que no obstante se vuelve más difícil. Esto no quita que, en cualquier caso, escribir una sinopsis sea una etapa útil y a menudo indispensable en la elaboración de un guión, por cuanto permite dominar la totalidad de la historia, percibir claramente su cadencia y detectar la coherencia dramática y narrativa global.
            Como estrategia personal, es a veces aconsejable, incluso si se ha escrito ya un guión completo, presentar al productor sólo una sinopsis detallada, como si el libreto no existiera aún, para “tantear el terreno”. Puede ocurrir que el productor acepte verter un pago de retención  y quizás un anticipo sobre la escritura, trabajo que el guionista ya habrá hecho y cobra forma de pago retroactivo. Obviamente, la sinopsis se que se escribe antes o después del guión es muy diferente: ante de la escritura, se está sondeando la historia, buscando sus alcances, límites, vueltas. Después, se trata de un simple resumen de algo que ya está escrito.
            Recomiendo pensar bien las cosas antes de lanzarse a escribir tratamientos  largos de 40 o 50 páginas (llamados a veces guiones literarios): en muchos casos dan casi tanto trabajo como la escritura del libreto dialogado y siguen sin responder a muchas dudas e interrogantes. Son de lectura tediosa si no están muy bien redactados y pueden leerse como texto literario. De todos modos, cabe preguntarse cuál es la verdadera utilidad de este texto, a menos que sea una exigencia externa explícita o parte de una metodología personal, como el caso de algunos libretos de Eric Romher o de Krzysztof Kieslowski (el Decálogo), escritos bajo forma de cuentos.                 

Machalski, Miguel.- “Sinopsis, tratamiento” en “El guión cinematográfico: un viaje azaroso”. Ed. Catálogos, Buenos Aires, 2006. 

Trabajo Práctico N°2



Escritura de sinopsis argumental.
Entrega 7 de setiembre.
Sinopsis escrita de la idea seleccionada para el trabajo final.
·         Presentación: por escrito, impreso, con identificación del grupo y sus integrantes.
·         Extensión máxima: 1 carilla.
Objetivos:
·       Formalizar una primera estructura grupal.
·      Definir, a través de la descripción y planteo del conflicto dramático el principio, desarrollo y final de la historia.
·       Presentar la estructura y los personajes.